El momento mágico de la entrega...
- Abril Guardado Arechiga
- 5 sept 2019
- 2 Min. de lectura
Para Sandy con el corazón,

Hoy tu corazón está roto, en muchos pedacitos que pareciera se los lleva el aire y no hay como recuperarlos. Hoy levantas tus ojos al cielo y preguntas ¿Por qué? ¡Otra vez! ¡Ya fue suficiente!
Lloras y con tus puños cerrados sientes tanta frustración por no poder hacer nada más, porque pareciera que lo que haces es muy poquito comparado con lo que tu hermano necesita.
Hoy, se me acabaron las palabras, no se que decirte y quisiera inventar un pegamento que pudiera reunir todas las partes de tu corazón y dejarlo como nuevo, que te ayudara a despertar fuerte invencible capaz de ayudar a tu familia, de darle consuelo a tu mami, de abrazar a tus sobrinos y de conseguir todos los medios que se necesitan para los tratamientos que sean necesarios.
No puedo más que acompañarte, y para mi pesar en la distancia, tratando de encontrar lo que quizá necesites escuchar e intentando ser un canal de los mensajes que tiene el cielo para ti.
Pero, no se trata de mi, se trata de ti, del ser tan lleno de amor y vida que eres y que has sido desde siempre, de esas ganas que tienes que cambiar al mundo, por lo menos a tu mundo, de esa mujer maravilla a la que no se le atora nada y hoy tiene frente a ella una prueba en la que se siente impotente.
Nadie sabe lo que traerá el día de mañana consigo, nadie sabe cuando es el inicio o el fin, solo llegan.
Entrégaselo todo a Dios, ríndete ante él y con tu corazón háblale: Hágase tu voluntad...
Que sean tus planes lo que sucedan y yo sea un instrumento tuyo: Habla Señor que tu sierva escucha.
Dale tu corazón, tu dolor, tu coraje, tu enojo, tu frustración, tu impotencia. Pon en sus manos los sueños, las esperanzas y las expectativas. Muéstrale todo lo que eres, que él bien lo conoce. Llora, patalea, grita, sácalo todo y entrégaselo a él porque en ese momento en el que recuerdas tu origen, que eres una con Dios, todo cambia.
Llega un momento, el momento mágico de la entrega en el que quizá todo sigue igual pero todo cambia porque hay paz.
El peso lo carga él, el dolor y las penas las alivia él, las dudas y la confusión las resuelve él.
Te quiero y te abrazo con el corazón,
Recuerda, recuerda lo que eres a donde vas y de donde vienes.
Recuerda que eres amor, que eres luz y que viniste a brillar.
Recuerda que la vida no se equivoca y nos pone a todos justo donde tenemos que estar.
Recuerda que Dios sabe lo que hace y que sus planes son mejores a los nuestros.
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